Este martes ingresó el primer desembolso dentro del programa pactado por el gobierno argentino con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Con ello, las reservas brutas del Banco Central alcanzan los US$ 36.799 millones. Este lunes se habían ubicado en US$ 24.305 millones.
El Banco Central no intervino para la compra o venta de divisas, como sucedió este lunes, cuando se puso en marcha la flotación del precio del dólar en bandas entre US$ 1.000 y US$ 1.400.
Según cálculos del economista Federico Machado, las reservas netas pasan a ubicarse en US$ 4.638 en terreno positivo, mientras este lunes se situaban en US$ 7.879 millones en negativo.
Además del préstamo del FMI, Argentina recibirá 22.000 millones de dólares del BID y Banco Mundial
El viernes 11 de abril el FMI aprobó el acuerdo con Argentina a 48 meses por un total de US$ 20.000 millones, con un desembolso inmediato de US$12.000 millones, y una primera revisión prevista para junio de 2025 con un desembolso asociado de alrededor de US$ 2.000 millones.
El pedido del Fondo Monetario sobre las reservas
En el informe técnico del acuerdo, el organismo internacional le puso una meta de acumular reservas internacionales netas por US$ 4.000 millones durante 2025, sin contar los desembolsos que realice a partir de la semana próxima el organismo multilateral. A su vez, establece que a fin de año las brutas deberán alcanzar un nivel de US$ 47.700 millones.
“Las reservas internacionales netas (RIN), después de aumentar alrededor de US$ 6.000 millones durante 2024, han disminuido desde entonces en US$ 4.000 millones hasta fines de marzo, lo que refleja una balanza comercial más débil, el aumento de las intervenciones en los mercados paralelos de divisas (US$ 2 mil millones), así como las crecientes incertidumbres externas e internas. Las RIN se ubican en -US$ 6.400 millones”, agregó el Fondo en el informe técnico del programa.
El organismo internacional estima que hay más de US$ 200 mil millones de argentinos en el exterior y que podrían ser repatriados. “La gran cantidad de activos que mantiene el sector privado argentino en el extranjero, junto con un sector corporativo con niveles de deuda muy bajos y balances sólidos, es un buen augurio para mayores entradas de capital en el período venidero, alentadas por el levantamiento de las restricciones a nuevas entradas de capital y una liberalización gradual y total planificada de los flujos de capital”, subrayó.
LM