Pep Guardiola ha vuelto a situarse en el centro de los focos, aunque esta vez por cuestiones que poco tienen que ver con su vida profesional como entrenador y jugador de fútbol. El rostro del deportista catalán ha vuelto a situarse en la primera plana tras salir a la luz que, supuestamente, su matrimonio con Cristina Serra habría llegado a su fin.
Las periodistas Laura Fa y Lorena Vázquez, conocidas popularmente bajo el nombre de Mamarazzis en redes sociales, la expareja puso fin a su relación de más de tres décadas el pasado mes de diciembre. Entonces, pidieron a su círculo cercano que no divulgasen detalles sobre su decisión con la idea de mantenerse al margen del foco público.
Josep Guardiola, su nombre completo, es de sobra conocido por su trayectoria en el mundo del deporte, aunque siempre ha mantenido su vida personal en un discreto segundo plano. Pese a que son pocos los detalles que se conocen de su lado personal, se sabe que es un hombre reservado y conservador que siempre ha mantenido en equilibrio su pasión por el balón con su faceta como padre y, hasta ahora, marido.
Pep Guardiola y Cristina Serra se conocieron en 1994, cuando ella tenía 20 años y el entrenador del Manchester City 23. Su conexión fue instantánea y, tras más de una década de noviazgo, los dos decidieron unir sus vidas en matrimonio en 2014. Entonces, llevaron a cabo una boda sencilla y privada en Matadepera (Barcelona).
Aunque él siempre ha estado vinculado al mundo del deporte y ella al de la moda, lo cierto es que siempre han sabido compaginar sus facetas profesionales. El exmatrimonio formó una familia numerosa con la llegada de sus tres hijos, quienes han crecido bajo el cuidado y orientación de sus progenitores.
La primera en llegar al mundo fue María, quien nació en el año 2000 y se ha dedicado al mundo de las redes sociales, donde es una conocida influencer, pues acumula casi un millón de seguidores en Instagram. El hijo mediano es Marius, que nació en el año 2003 y, actualmente, se dedica al mundo empresarial. De hecho, vive en Dubái y lidera tres compañías dedicadas a la publicidad y el marketing. La benjamina de la familia es Valentina, nacida en el 2008 y aun sin definir el rumbo en su vida, pues aún se encuentra finalizando sus estudios.
Sin embargo, su vida de casados empezó a cambiar a partir del 2019, cuando Cristina Serra decidió abandonar Manchester para instalarse en Barcelona y centrarse en la gestión de su negocio de moda, Serra Claret, que hasta entonces supervisaba a distancia. Por su parte, Pep Guardiola continuó residiendo en Manchester debido a sus compromisos como entrenador del Manchester City.
Los dos se encontraban separados por la distancia, pero aquello no significaba el fin de su matrimonio. Aunque aún falta que ambos protagonistas confirmen o desmientan el fin de su matrimonio, todo indica que ambos han tomado la decisión de seguir sus vidas por separado. Eso sí, siempre manteniendo una dinámica familiar y unida por el bien de sus hijos. Prueba de ello es que, en las Navidades, la expareja haya ido al teatro junto a Valentina.
Parece ser que el único bien que aún conserva la expareja es la casa que ambos adquirieron en 2021 y que sitúa en el exclusivo municipio catalán de Pedralbes. Se trata de un inmueble con todo tipo de lujos, que compraron por diez millones de euros a nombre de la sociedad Fundación Guardiona Sala, de la que él es presidente y ella patrona. El inmueble está conformado por cuatro plantas y una piscina casi infinita. Actualmente, es en esta mansión donde se encuentra viviendo Cristina Serra.
Pep Guardiola cuenta con una activo de cuatro millones de euros, lo que le ha llevado a lanzarse al mundo empresarial con Tast. El exfutbolista decidió embarcarse en el sector de la restauración y, tras varios meses viviendo en Manchester, tomó la decisión de abrir un negocio de comida catalana con la idea de traer un pedacito de su tierra a Inglaterra. En España, creó su propia empresa vinculada al mundo de la publicidad, Schedule S.L., que, actualmente, no tiene indicios de actividad.