En diálogo con Canal E, Leonardo Alberto, economista, contador y analista de mercado, afirmó que “lo único que necesita el mercado es ver que el Banco Central ya no interviene”, al referirse a las tensiones cambiarias y la caída de activos durante septiembre.
La desconfianza se instaló: grandes venden, pequeños compran
«Estamos viendo lo que en el mercado se llama el proceso de distribución, donde los grandes quieren salir y los que entran son más pequeños«, explicó el analista, al describir la dinámica que empuja los dólares financieros hacia arriba. Según detalló, “hay una demanda importante por salir y una oferta muy pequeña para entrar”, lo que provoca una doble pérdida: “Se erosiona el valor de los activos tanto en moneda local como en dólares”.
Sobre las recientes restricciones impuestas a directores de empresas para operar con dólares financieros, Alberto fue contundente: «Son restricciones meramente políticas«. Agregó que “ningún director con su patrimonio blanco puede mover el amperímetro del mercado”, y que la mayoría ya se auto-restringía por temor a ser fiscalizados. “Es una medida para la tribuna”, sostuvo.
Sin margen de maniobra: el mercado exige un cambio de fondo
Cuando se le consultó qué driver podría frenar la sangría del mercado, el economista fue claro: «Lo único que necesita es observar que el Banco Central ya no venda más dólares«. Según él, el intento oficial de sostener bandas cambiarias fue un error: “Sacar esas bandas ahora tiene un costo político muy alto”.
Para estabilizar el tipo de cambio, consideró que “el nivel de equilibrio real quizás debería estar en 1800 pesos”, y sugirió dejarlo correr para luego mostrar que no hay intervención.
Respecto a la operatoria con futuros, advirtió que “el peor error sería financiar pérdidas con superávit fiscal”, ya que eso implicaría usar recaudación impositiva para sostener artificialmente el mercado. La única salida, en su opinión, sería una medida de fondo: «Quizás la única medida política que tiene el gobierno para aliviar es cambiar el equipo económico«. Comparó la situación con un equipo de fútbol: «A veces, cambiar al técnico descomprime«.
En cuanto a la posibilidad de una devaluación, advirtió que el efecto puede ser ambiguo: «Puede haber un traslado a precios mayor de lo habitual, incluso sin una demanda que lo soporte«, debido al carácter monopólico de muchos sectores. Advirtió que las empresas podrían incluso “ajustar precios y esperar al año que viene”.