InicioEconomíaSe expande la crisis del acero

Se expande la crisis del acero

Los 600 trabajadores de la siderurgia Acerbrag, que funciona en la ciudad bonaerense de Bragado, confirmaron una nueva parada de planta. La empresa, de capitales brasileros, repitió la operación que ya había implementado en los meses de verano, con una diferencia: esta vez la decisión es por tiempo indeterminado, “frente a la falta de expectativas de mejoras en la demanda y ante la sostenida crisis industrial que sigue golpeando al sector siderúrgico”. El argumento, remarcan los dueños: la caída en las ventas relacionadas con esta industria, que no se topa con el repunte en V.

“Fabricamos productos de acero de alta calidad destinados a los sectores de la construcción, el agro y la industria. Ofrecemos tecnología, calidad y experiencia atendiendo a las necesidades de un mercado cada vez más exigente”, detalla la firma en su portal web.

Se trata de la fábrica más importante de la localidad, con peso productivo en toda la región. Ubicada en el Parque Industrial de Bragado, la medida anunciada por los propietarios no sólo causó impacto entre los empleados sino también en los 46.000 habitantes que -de alguna manera- dependen del funcionamiento de la compañía.

Emplea de forma directa a 600 personas y, en febrero, había atravesado la misma situación cuando detuvo las áreas de laminación y acería hasta el mes de marzo.

Hace un año, en medio de la fuerte retracción del mercado, Acerbrag ya había despedido a 80 trabajadores, y poco después anunció una parada para agosto con el objetivo de cambiar un transformador por uno de mayor capacidad. Una inversión pensada para aumentar la productividad por lo que no alarmó a la comunidad.

En julio, la producción fue de unas 23.000 toneladas, cifra que para los trabajadores es aceptable. «No tiramos manteca al techo, pero para el contexto, no estamos tan mal”, aseguran y advierten que sobre el objetivo de los empresarios: generar pánico para contratar empleados con menos derechos.

Para 2024, la paritaria del sector demandó más de diez meses de negociación, y aunque ya se acordó la de 2025, todavía está pendiente la homologación oficial por parte de la Secretaría de Trabajo de la Nación.

La industria siderúrgica abastece a sectores clave como la construcción, el agro, la industria automotriz y la línea blanca, todos afectados por la política económica que conduce el presidente Javier Milei.

El ingreso fluido de importaciones a costos imposibles de empatar por la industria local complica a los emprendimientos productivos chicos, medianos y grandes. 

La firma ubicada en Bragado se suma así a una lista larga de otras firmas hermanas como Ternium, Tenaris o Acindar, que también llevan adelante distintas paradas de plantas que generan preocupación entre los operarios.

El gigante Acindar, de ArcelorMittal, acaba de retomar la producción luego de frenar el 85 por ciento de la producción, en Villa Constitución, Santa Fe. En el último año y medio, mediante retiros voluntarios y con la no renovación de contratos, ya se desprendió de 350 operarios.

Según el último reporte de la Cámara Argentina del Acero (CAA), la producción de acero crudo se desplomó 8,6 por ciento intermensual en junio y laminados en caliente sufrió una baja del 20,9 por ciento. Si bien a nivel interanual los datos son positivos (+16,5 por ciento y +12,2 por ciento, respectivamente), se relacionan contra una base de comparación muy reprimida.

Acerbrag nació en la década de 1960 y experimentó casi tres décadas de crecimiento ininterrumpido. En 1992, en el marco del proceso de fusiones, adquisiciones y concentración de empresas que signó al menemismo, fue adquirida por el Grupo Lupier. En 2007 la totalidad del paquete accionario fue adquirido por la brasileña Voltorantim. 

Más noticias
Noticias Relacionadas