InicioEspectáculosRecuperar la esencia del Gitano en una puesta excepcional y nueva

Recuperar la esencia del Gitano en una puesta excepcional y nueva

En enero de este año se cumplieron quince años del fallecimiento de Sandro y en agosto el ídolo cumpliría ochenta. El 10 de abril se estrenó Sandro, el Gran Show, en el Teatro Coliseo. “Las productoras me vinieron a buscar a mí –recuerda Ana Sans, coguionista y codirectora–. Nosotros con Julio Panno trabajamos juntos desde hace muchos años en la actividad privada, pero no habíamos hecho ninguna acción en los teatros, por eso lo convoqué. Es el único espectáculo que está autorizado por la familia de Roberto Sanchez, o sea Sandro”. Continuará Julio Panno, el otro coguionista y codirector: “Nosotros trabajamos todo este proceso creativo acompañados por la familia. Lo llamamos show y tiene una estructura de music-hall. Hay un hilo narrativo que quizás no es tan presencial como en un musical, pero sí es muy conducente de lo que significa un poco el camino de todo artista. Serán más de treinta canciones, algunas fraccionadas a través de cuarenta escenas.”

“Fue un desafío el elegir los temas –agregará Sans–. Su repertorio es amplísimo, va de lo muy dramático, pero también está el show”. Sumará Panno: “De alguna manera uno se corre de ver la historia de Sandro y es también el camino que muchos artistas van teniendo a lo largo de un recorrido. Para nosotros el gran desafío fue cómo incorporar a los jóvenes. Ahí entramos a preguntarnos cómo sería Sandro hoy, creemos que estaría en la vanguardia de la modernidad. No será evocativo de una época, ni habrá imitación.”

Estarán muy presentes los años sesenta y setenta, la época de oro con dirección musical de José Luis Pagán, al frente de cuatro músicos en vivo y las coreografías de Verónica Peccollo. Aseguran que también forman parte de este show las nenas (las fans) de Sandro representadas a través de historias verdaderas, aunque tuvieron que elegir sólo algunas. Subrayaron que no es una propuesta biográfica y que “Sandro está, su alma estará”.

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El vestuario fue diseñado también por Ana Sans, siempre recordada por haber creado junto a Aníbal Pachano el grupo Boton Tap. Sumará Sans: “Tenemos a favor lo que se ha dado en los últimos tiempos que es el redescubrimiento con las nuevas generaciones del vintage”. Anticipan también tecnología a través de videos que proyectarán. Habrá cuatro jóvenes interpretando esta historia y cantándola, aquí cuentan su relación con el ídolo. Ellos son: Alan Madanes, Nacho Pérez Cortés, Sofía Val y Malena Rossi.

—¿Cómo es encarnar a Sandro?

ALAN MADANES: Es un personaje fascinante, más allá del hombre como artista es un ser completo, total. Estamos tratando de acercarnos un poco a su esencia, recuperarla, traerla al 2025. La gente que conoce a Sandro y los que no, encontrarán una propuesta diferente. Por mi parte, estoy trabajando los lugares más dramáticos de su repertorio. El romance es alucinante, pero es muy difícil hacer el melodrama y ahí está lo fascinante. Hay que tomar en serio sus letras.

NACHO PÉREZ CORTÉS: No encarnamos a Sandro, sino que de alguna manera buscamos su esencia. Los cuatro somos aspectos de él, ya que fue un artista inabarcable. En mi caso más allá de las canciones icónicas, hay algo con su cuerpo y su energía que me tocó explorar. De alguna manera, es como un trabajo de invocación. Hoy la expresión de los cantantes es muy plana y debimos entrar en otro mundo.

—¿Y cómo entran las cantantes femeninas a este mundo?

MALENA ROSSI: Nosotras vamos a traer un poco la imagen de la mujer que tanto trazaban las letras de Sandro. Las dos lo vamos a hacer desde lugares distintos. Va a ser una novedad, porque todos esperan escuchar a Sandro en la voz de un hombre, pero creo que la mujer es una gran parte de la esencia del gitano. Él les dedicó sus canciones a ellas.

SOFIA VAL: Como intérpretes nos encontramos con el desafío de poder apropiarnos de letras que fueron principalmente dedicadas a mujeres y ver cómo resignificarles el sentido, ponerlas en nuestra propia voz y traerlas al 2025. Somos jóvenes con distintos estilos y trabajamos la búsqueda de la identidad del sonido, lo genuino y propio. Debemos apropiarnos de temas a los que debemos darle verdad.

—¿Qué piensan que va a suceder con esas “nenas” (fans) de Sandro?

M.R: Espero que ellas lo reciban en primer lugar como un homenaje. Además, volvemos a hacer los temas de él que tanto han significado para ellas. Lo hacemos con respeto, como un regalo que le entregamos.

N.P.C: Estamos en este trabajo de búsqueda de la energía de Sandro, para que sea parte de nosotros. No buscamos imitarlo, ni en sus gestos, ni en sus movimientos, vamos por algo más arriesgado y me parece que también novedoso que enaltece a Sandro, ya que él no está físicamente. Es una evocación a lo que ellas vivieron en otro momento y aparece ahora de otra manera, con otra forma, pero la idea es que la esencia sea la misma.

S.V: La gente va a ir a ver un espectáculo enorme, que esperamos esté a la altura de él sobre el escenario. Es una propuesta que tiene muchos artistas en escena y el grupo de bailarines es espectacular. Cada uno de nosotros cuatro aportamos colores distintos. Se van a encontrar, con algo muy hermoso y un homenaje para este artista. Queremos que las fanáticas disfruten muchísimo el show, pero en realidad también buscamos atravesar y romper barreras con generaciones nuevas. Volver a Sandro es un regalo enorme por su música y su legado.

—¿Qué relación tenían ustedes con la música de Sandro antes del show?

M.R: Soy una persona relativamente joven, pero con un alma un poco vieja. Me gusta mucho el tango, los boleros y las letras en español. Me identifico con artistas que en sus canciones le cantan al amor y al romance. Mi nombre es porque provengo de una familia muy tanguera. Sandro me genera mucha admiración por el recorrido que hizo. Me gusta escucharlo cuando arrancó y aún más en los últimos vivos en el Gran Rex. El mismo se fue reinventando con su música y readaptando sus propias letras. Encontró un decir muy propio. Sin darme cuenta siento que su manera de interpretar tiene que ver con el tango. Hay verdad en él. Tenemos mucha pasión los argentinos, por eso no se puede imitar.

N.P.C: No tenía una conexión muy particular, pero al ser un ícono cultural tan grande, de alguna manera todos y todas tenemos algo de su obra. Ahora que estoy embebido completamente escuchando las canciones todo el tiempo, me doy cuenta de la verdad que él tenía. Sandro proponía una forma de llegar que es inimitable porque era la suya. En esta búsqueda de tratar de encontrar dentro de ese mundo nuestra propia forma también entramos en un autoconocimiento muy grande.

A.M: Vengo de una familia también muy musical ya que mi padre cantó muchos temas de Sandro además de a otros artistas. Lo tengo aprendido, aunque no lo tenía interiorizado, realmente no lo conocía tanto.

Creo que vivimos una época con una oferta musical alucinante, pero muchas veces me hubiese gustado haber nacido en otro tiempo, y haber conocido a estos grosos de primera mano. A partir de este proyecto también encuentro en él una gran faceta actoral, más allá de sus películas. En el escenario tenía algo muy performático, que me genera mucha admiración. En una época donde también era difícil llegar a ciertos lugares, hoy con la globalización es más fácil, él conquistó escenarios muy importantes. Fue Sandro de América, trascendió fronteras y es inevitable no escucharlo o no conocerlo si uno es argentino.

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