YouTube marcó un antes y un después en la historia del entretenimiento digital y el consumo de contenidos audiovisuales en internet. Su concepción supo posicionarlo rápidamente como el segundo motor de búsqueda más grande del mundo y un foro de inspiración para todo tipo de usuario, incluso más allá de la propia plataforma de videos.
En Instagram y TikTok, por ejemplo, una etiqueta llamada «YouTube Naranja» comenzó a ganar notoriedad en las últimas semanas.
Aunque podría tratarse de un nuevo y revolucionario servicio o plataforma desarrollada en el cuartel general que Google tiene en Mountain View (California, Estados Unidos), en realidad no es más que un eufemismo utilizado por usuarios para referirse al sitio de contenido para adultos Pornhub.
Este fenómeno comenzó a generar rápidamente preocupación en estas plataformas, que intentan mantener un entorno seguro y libre de contenido inapropiado para más de 3500 usuarios que las consumen a nivel mundial.
El uso de este término surge como una estrategia para evadir las estrictas políticas de moderación que aplican plataformas como TikTok e Instagram. Estas redes sociales prohíben referencias directas a contenido para adultos, lo que ha llevado a los usuarios a recurrir a códigos y metáforas. «YouTube Naranja» combina el logo y el concepto de YouTube con el color distintivo de Pornhub, creando una asociación que es fácilmente reconocida por los consumidores de internet.
En TikTok, el hashtag #YouTubeNaranja acumula millones de visualizaciones, donde usuarios comparten comentarios, memes o incluso contenido promocional relacionado con el popular sitio de pornografía. Este fenómeno tiene un claro objetivo: dejar expuestos a los sistemas de moderación de estas plataformas, que enfrentan dificultades para identificar referencias indirectas o codificadas.
¿Por qué es motivo de alarma?
La principal preocupación radica en la exposición involuntaria de menores de edad a este tipo de contenido. Si bien TikTok e Instagram cuentan con sistemas de moderación que desalientan la publicación de contenido sexual o que incite al odio, términos como «YouTube Naranja» permiten sortear las barreras impuestas. Esto no solo plantea desafíos técnicos para las plataformas, sino también éticos y sociales, al evidenciar la facilidad con la que los menores pueden acceder o interactuar con material inapropiado.
Según recomendaciones del Ministerio de Justicia de la Nación, los padres deberían tomar recaudos para que el algoritmo de TikTok no exponga a los menores a potenciales riesgos para su salud psíquica y física como la dependencia a la tecnología, ver contenidos inapropiados o sufrir acoso virtual técnicamente llamado grooming.
A diferencia de la opción pública donde todos pueden acceder libremente a las publicaciones, si una cuenta está configurada como privada, sólo podrán seguir y ver los videos aquellas personas que previamente hayan sido aceptadas como seguidores. Es decir, nadie podrá acceder al material o actividad sin tu autorización previa de un mayor. Desde la opción de Ajustes y privacidad hay que desactivar varias funciones: Recomendar cuentas a otros, Descarga de videos,»Solo tú» en lugar de «Permitir Dúos de» y «Permitir Pegar a».
Instagram y Tiktok reconocen haber reforzado sus esfuerzos para detectar y eliminar contenido que infrinja sus normativas. Sin embargo, el uso de eufemismos y lenguajes codificados representa un desafío constante. Además, estas redes siempre son criticadas por la falta de herramientas efectivas para proteger a los usuarios más jóvenes.
Al ser consultados sobre por Clarín, no obstante, ambas compañías manifestaron «no tener nada para decir al respecto».
El rol de la educación digital
Ante este fenómeno, expertos subrayan la importancia de la educación digital y la supervisión parental. Enseñar a los menores sobre los riesgos de internet y fomentar un uso responsable de las redes sociales es crucial para minimizar la exposición a contenido inapropiado.
El caso de «YouTube Naranja» refleja un problema más amplio: la creatividad de los usuarios para sortear restricciones y la dificultad de las plataformas para mantenerse al día con estas tácticas. En el futuro, será fundamental que las redes sociales desarrollen herramientas más avanzadas y que los usuarios, especialmente los más jóvenes, reciban orientación adecuada para navegar de manera segura en el entorno digital.
SL