Durante el primer año del gobierno de Javier Milei, el posicionamiento frente a la cuestión Islas Malvinas tuvo más de un traspié. Entre idas y vueltas, cambio de canciller mediante con la salida de Diana Mondino y el ingreso de Gerardo Werthein, y con claras diferencias con su vicepresidenta Victoria Villarruel.
Finalmente, ayer, en el día en que se conmemoraron los 192 años de la ocupación ilegal de las Islas Malvinas por parte del Reino Unido, la Cancillería argentina emitió un comunicado donde retoma la posición histórica del país de reafirmación de sus legítimos derechos de soberanía sobre las islas. Aun así, al cierre de esta edición, la única figura del Gobierno que se expresó personalmente fue la titular de la Cámara de Senadores, en clara diferencia a Milei, quien no emitió comentario.
En el comunicado de Cancillería se ratifica la posición histórica que los distintos gobiernos tuvieron desde la recuperación de la democracia. “El 3 de enero de 1833 las Islas Malvinas fueron ilegalmente ocupadas por fuerzas británicas que desalojaron a la población y a las autoridades argentinas allí establecidas legítimamente, reemplazándolas por súbditos británicos. Desde los primeros momentos como nación independiente, la Argentina había ejercido sus derechos de soberanía sobre estos archipiélagos y espacios marítimos”, comienza.
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También afirma que “la Constitución nacional establece que la recuperación del ejercicio efectivo de nuestra soberanía sobre dichos territorios, conforme el derecho internacional y respetando el modo de vida de sus habitantes, constituye un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino”.
El texto del cuerpo diplomático sorprende por la contundencia cuando se refiere a la explotación de hidrocarburos y la actividad militar en las islas y sus zonas marítimas: “La República Argentina rechaza las actividades unilaterales de exploración y explotación de recursos naturales renovables y no renovables en espacios marítimos argentinos ilegalmente ocupados que, sumadas a la continuada presencia militar británica en el Atlántico Sur, violan resoluciones de Naciones Unidas y han suscitado expresiones de preocupación y rechazo de la comunidad internacional”.
Esta nueva toma de posición sobre Malvinas se presenta como otra marcha atrás o viraje de Milei. Bajo la anterior gestión diplomática de Diana Mondino la definición del Gobierno sobre el tema siempre fue dubitativa y errática. Uno de los últimos escándalos se originó en el mes de octubre pasado por otro comunicado que se emitió desde el Ministerio de Relaciones Exteriores, donde se denominaba a las Islas Malvinas como Falklands Luego, negado por la misma desplazada canciller. Al inicio de su gestión, el propio Milei, durante una entrevista con la BBC, ratificaba su admiración por Margaret Thatcher, primera ministra que comandó a las fuerzas inglesas en la guerra.