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«Tengo propuestas de clubes extranjeros»

La mediocampista argentina Fabiana Vallejos, que llegó con Coquimbo Unido a las semifinales del Campeonato Femenino de Chile, regresó al país a la espera de una nueva oportunidad en el fútbol de exportación. Oriunda de la localidad de Garín, provincia de Buenos Aires, la ex River, Boca, Deportivo Cali, entre otros, jugó 28 partidos y convirtió 9 goles en su experiencia chilena, de donde además rescata el crecimiento futbolístico, físico y psicológico que experimentó y que, asegura, la acompañará en su próxima parada. Si bien ya se despidió de Coquimbo, club para el que solo tiene «palabras de agradecimiento», aún no tiene definido su próximo destino. Entre otras propuestas, habría un club de Brasil interesado en tenerla en su plantel en 2025. La «maestra» –como le solían llamar en Boca– espera el desarrollo de las negociaciones. Si bien a Vallejos le gustaría volver a jugar en la Argentina, incluso estaría «encantada» de volver a ser convocada con la Selección –con la que disputó los mundiales de Estados Unidos 2003 y China 2007, y los Juegos OIímpicos de Beijing 2008–, afirma que «necesita seguir en el fútbol extranjero y así marcar la diferencia económica» que le permitirá acercarse a un sueño personal. «Quiero construirles una casa nueva a mis papás. Ojalá encontrara un club que me pague más o menos lo que genero en el exterior y así poder quedarme y retirarme acá», le dice Vallejos en esta charla exclusiva a Página 12, una pausa en sus vacaciones mientras disfruta el tiempo para estar con su familia: sus padres, pilares de su carrera, sus hermanos y sus sobrinos. 

–¿Cómo evalúas tu paso por Coquimbo esta temporada?

–Me fue muy bien. Tuve una temporada muy linda. Yo soy muy feliz jugando. Hay mucho trabajo diario porque debemos rendir al máximo. De eso depende el día de mañana y después pasado hasta llegar al fin de semana, momento en el que se evalúa si te convocan, si vas de titular o te quedas en el banco. Es nuestra vidriera para seguir en carrera. Y a nivel personal también me sentí muy acompañada por mis compañeras.

–¿Qué desafíos te esperan para el año próximo?

–Tengo propuestas de clubes extranjeros. Resta analizar qué conviene. Mientras, me preparo. Me gusta competir en óptimas condiciones. Sé que es un equilibrio entre lo futbolístico, lo físico y lo psicológico. Me gustaría jugar en Argentina porque los campeonatos de los clubes vienen muy bien, pero en lo económico, conviene salir afuera. Quiero cumplir el sueño de construirles una casa nueva a mis papás. Ojalá encontrara un club que me pague más o menos lo que genero en el exterior y así poder quedarme y retirarme acá.

–¿Cómo ves al fútbol femenino en Latinoamérica?

El fútbol femenino es una eterna lucha en toda la región. A diferencia de lo que ocurre en el Barcelona o el Real Madrid, donde el fútbol femenino tiene su propio sustento, lo que les permite abrir estadios y hasta vender sus propias camisetas, en Sudamérica las mujeres del fútbol tenemos otra realidad. Los contratos marcan la diferencia. Mientras que en Europa se gestiona el siguiente tres meses antes de finalizar el que está en curso, en los clubes de la región eso prácticamente no sucede e incluso algunos son más cortos –de seis meses, por ejemplo– que los firmados para el fútbol masculino.  

–¿Qué efecto tiene esto en las carreras deportivas de las futbolistas?

–Como consecuencia, una vez terminado el contrato, muchas de las jugadoras se van a trabajar de otra cosa para mantenerse, perdiendo así el estado físico que te exige la competencia. Para que el fútbol femenino sea realmente profesional, hay que pelear por un sueldo seguro, con contratos estables, que incluyan vacaciones y la chance de seguir preparadas para posibles transferencias. A nosotras nos quedará el otro desafío: alimentarnos bien, entrenar al máximo para que el cambio físico se note en el campo.

–¿Molesta que las comparen con el fútbol masculino?

–Es que no nos parecemos en nada a los chicos. Tenemos diferentes batallas. Y ellos ganaron la más importante: ser campeones mundiales. Si creo que el femenino tiene que ser más visible, abriendo los estadios para que la gente nos conozca y pueda disfrutar también de nuestro show como pasó con los preliminares de Boca. Los medios de comunicación nos ayudaron un montón en este proceso de dejar de ser amateurs para llegar donde estamos. Por eso yo siempre estoy agradecida. Hoy las camadas nuevas cuentan además con las redes sociales.

–¿Qué consejo le das a las chicas que quieren jugar al fútbol profesional?

–Aprovechen las posibilidades que hoy tienen, manténganse humildes y empáticas, no pierdan la fe y no dejen creer en sus sueños.

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