Nairobi, 11 nov (EFE).- Al menos 16 millones de personas se enfrentan al aumento de la crisis alimentaria en Malaui, Zambia y Zimbabue debido a la inflación, las sequías y la inestabilidad económica, advirtió este lunes la organización internacional humanitaria CARE.
“La crisis alimentaria en África meridional está alcanzando niveles sin precedentes, dejando a millones de personas al borde de la supervivencia”, afirmó el director regional de CARE para África meridional, Patrick Sikana, en un comunicado.
Esta crisis afecta, sobre todo, a las mujeres y los niños que corren un riesgo, especialmente grave y repercute en la educación y la seguridad.
“Esta crisis amenaza la salud materna e infantil y perpetúa la pobreza y la vulnerabilidad. Mientras el mundo se prepara para la Conferencia del Clima de las Naciones Unidas (COP29), los efectos del cambio climático siguen diezmando y destrozando a las familias del sur de África”, añadió Sikana.
El hambre en Zimbabue alcanza niveles de la fase 3 de la Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (CIF), herramienta que mide la gravedad de situaciones de seguridad alimentaria en cinco fases, y afecta a 4,7 millones de personas.
Además, las sequías causadas por el fenómeno meteorológico de El Niño, la devaluación de la moneda en un 43 % y una tasa de inflación muy alta han provocado un gran aumento de los precios de los alimentos en ese país.
Estas sequías también afectan a alrededor de 5,7 millones de personas en Malaui, según detalló la ONG.
Las mujeres embarazadas y lactantes, los niños menores de cinco años y los ancianos son los más perjudicados por la grave crisis de malnutrición que afecta a ese país.
El aumento de los precios y la sequía han provocado que el 33 % de la población, unos 5,8 millones de personas, se encuentre en situación de inseguridad alimentaria en Zambia, donde numerosos distritos afrontan la fase 3 de la CIF, lo que genera mayor desnutrición, con consecuencias duraderas para el desarrollo de los niños y la salud de las mujeres.
«Nos encontramos en un momento crítico para la acción, que exige una respuesta inmediata y compasiva y un compromiso inquebrantable con soluciones realmente duraderas», concluyó Sikana.
El Niño es un cambio en las dinámicas atmosféricas ocasionado por el aumento en la temperatura del océano Pacífico.
Mientras que la sequía sacude a países como Malaui, Zambia o Zimbabue, este fenómeno meteorológico provocó en meses pasados lluvias torrenciales en el este de África que dejaron centenares de muertos en Kenia, Tanzania, Somalia y Etiopía. EFE