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Miguel Arrigoni, de First: Vendrán muchas ventas de empresas y hay compradores locales que buscan ofertas o ampliar sus rubros

Miguel Arrigoni

First Capital Group es una de las empresas locales del mercado financiero que se especializa en especial reestructuraciones corporativas y fusiones y adquisiciones, también conocidas como M&A (Mergers & Acquisitions).

Miguel Arrigoni, su CEO y fundador, habló con Infobae sobre la economía durante el primer año de Javier Milei y las perspectivas para 2025. El especialista, quiebn trabajó recientemente en la reestructuración de Molino Cañuelas –que cerró con el 89% de sus acreedoras una deuda total de unos USD 1.300 millones– estima que el año próximo se incrementarán considerablemente los negocios locales, en un contexto de más oferta y de grandes empresas que buscarán ampliar sus negocios si su core business puede verse afectado por una apertura de la economía.

También se refirió al impacto reciente que tuvieron en el mercado pagarés bursátiles fallidos y cómo la situaicón de ese instrumento podría incrementar las reestructuraciones y también las ventas de empresas.

First acaba de publicar su tradicional estudió anual de M&A, al que tuvo acceso este medio. Allí se detallan 73 operaciones, 13% menos que el año pasado, por USD 3.400 millones. A pesar de la baja, que Arrigoni describe cómo típica de “procesos de reconfiguración que ya hemos observado en años previos durante cambios de ciclo y ajustes de expectativas”, las perspectivas para 2025 son buenas. “El panorama comienza a mostrar señales alentadoras de una recuperación gradual”, destacó.

Entre los principales negocios del año, el trabajo destacó la venta de activos de ExxonMibile a la petrolera local Pluspetrol, por USD 1.700 millones; la compra de Galicia a HSBC Argentina (USD 550 millones); la compra de GeoPark a Mercuria Energy Trading de cuatro bloques en Vaca Muerta; la inversión de Stellantis NV en 360 Energy (USD 100 millones); y Newsan que se quedó con el negocio local de P&G.

— ¿Qué evaluación hace del primer año de Javier Milei?

— Al principio hubo incredulidad, de la gente y tambiénm del mundo financiero. Las expectativas de prolongación del proceso devaluatorio hizo que muchas empresas fijaran precios pensando en un tipo de cambio de 2.000 pesos. Se veía preocupación por las Leliqs, aunque algunos pensábamos que no había que hacer nada con ellas, que se iban a desarmar solas, algo que finalmente ocurrió. Los bancos tienen experiencia y lo resolvieron. Desde el punto de vista financiero, fue una transición muy tranquila. Desde lo económico hubo una recesión lógica porque se frenó de golpe el gasto público que daba una sobredemanda ficticia. Se emparejaron los números del Estado. El ajuste, ese impacto inicial, fue la primera etapa. Ahora viene la segunda: bajó la inflación y, como prometió el ministro Luis Caputo, que la viene manejando muy bien el tema, hay escasez de pesos. Los bancos están viendo cómo volver a prestar en pesos en un mercado de tasas en baja. En eso estamos hoy.

— ¿Lo sorprendió Milei?

— Con sus declaraciones iniciales estuve aterrado, pero todo se morigeró y terminó en un ajuste clásico. El rol de Milei, al decir “muchachos, el norte es para arriba”, fue muy bueno y decisivo. Es algo que ningún presidente venía haciendo últimamente. Ese concepto cambió todo. Como cuando Carlos Bilardo estuvo callado durante todo el entretiempo del partido en el que Brasil nos pegó un baile bárbaro en el Mundial del 90, en Italia. Cuando los jugadores volvían a la cancha, Bilardo les dijo: “Si se la siguen dando a los de amarillo, vamos a perder”. La economía venía muy golpeada, pero cambiaron las reglas de juego y ahora hay que ser mucho más precisos. Los empresarios deben concentrarse en la microeconomía y en la competitividad. No hay que esperar nada del Gobierno. No hay que esperar devaluación, ni bajas de impuestos que les cambien la vida a las empresas. Se tiene que arreglar con lo que hay, ser mejores y hacer sus números. A muchos les va a alcanzar; a muchos, no.

— ¿Cómo ve el año que viene?

— Será un año muy movido en materia de recomposición de posiciones en muchas empresas productivas. Salvo energía, agribusiness, minería y algo de servicios, Argentina tiene serios problemas para competir si se abre la importación. La matriz logística es un espanto. Tenemos Vaca Muerta, pero hubo que salir corriendo a hacer oleoductos, gasoductos y algo de infraestructura. El Gobierno debería intervenir, quizás no haciendo las obras, pero sí incentivando a que se hagan. La logísitica no se puede recomponer por sectores porque va a tardar mucho, hay que hacer algo integral. Argentina hoy es un auto de cuatro ruedas. La rueda de energía anda bien. La rueda de industria está cascoteada, hay tensión. Algunos empresarios exportan bien, ¿pero a qué dólar lo harán en lo que viene? La rueda de campo está complicada: los costos de los insumos siguieron a dólar alto y los precios de los granos bajaron. Al campo no le dan los números; con suerte empatan, pero no están ganando. Y servicios ya no es tan competitivo como antes, porque la mano de obra priceaba a $2.000 el dólar y ahora está $1.000.

“El rol de Milei, al decir ‘muchachos, el norte es para arriba’, fue muy bueno y decisivo”

— ¿Está atrasado el tipo de cambio?

— Deberían evaluarse en serio algún tipo de pacto con los empresarios para bajar los precios. En Argentina nunca bajan los precios. A los textiles les van a meter importación, ¿por qué los que fabrican no bajan al menos hasta el margen? Se puede armar competitividad a través de bajar los márgenes, pero hasta ahí, porque sigue siendo caro el camión, el teléfono, la comunicación, los impuestos, y así. El “puertas afuera” de cada empresa también impacta, y mucho.

— ¿Podría haber una devaluación?

— Al Gobierno le fue bastante bien hasta ahora como para devaluar. Veo convergencia y salida del cepo. El problema va a venir por la productividad y el manejo de costos. Están las empresas que van a llegar y están las que harán todo lo debido, pero igual no alcanzará. Hay muchos grupos económicos que están adelantando y buscando otras actividades para expandirse hacia áreas de retail y consumo. Empresarios importantes que están pensando en hacer adquisiciones importantes.

—¿Cómo le fue al mercado de M&A en 2024?

— Fue otro período de transición, en línea con procesos de reconfiguración que ya vimos en años previos durante cambios de ciclo y ajustes de expectativas, como 2013-2016 y la etapa inicial de la pandemia. Se concretaron 73 operaciones de M&A, con un valor total de USD 3.400 millones, una caída del 13% en cantidad de transacciones respecto a las 84 registradas en 2023. Sin embargo, el valor total informado superó al del año pasado, lo que refleja un incremento en el tamaño promedio de las operaciones concretadas. Si bien los niveles actuales aún se encuentran por debajo del promedio histórico de 100 transacciones anuales, el panorama comienza a mostrar señales alentadoras de una recuperación gradual. Este optimismo se fundamenta en el impulso de sectores estratégicos, como Oil & Gas, Tecnología y Minería, y en un entorno económico que empieza a brindar mayor estabilidad y a generar un renovado interés inversor tanto local como internacional.

(Fuente)

— ¿Y el año que viene?

— Habrá un round de oportunidad. Muchos están mirando qué está en venta, y no son los fondos ni los estratégicos de afuera, son los locales que ven oportunidades o están obligados, como decía, a buscar otros negocios porque su core puede complicarse. Hay mucho rum rum a nivel local de compras y de posibles M&A. Se ve movimiento. Todavía no se concretaron muchas transacciones, pero se ven venir. Para 2025 esperamos muchas ventas de empresas y compradores locales que buscarán ofertas o cambiar de rubro.

— ¿Eso se da con mayor fuerza en algún rubro especial?

— Se da a todo nivel, pero hay rubros que van a estar especialmente afectados por condiciones puntuales. Agribusiness anda más o menos y se usó mucho una herramienta muy simple, el pagaré bursátil, que en algunos casos fueron fallidas, y eso puede generar movimientos.

— ¿Qué pasó con los pagarés bursátiles?

— Para hacer una ON o un fideicomiso financiero hay que ir a la CNV, desarrollar un prospecto, contratar asesores, abogados, explicar cómo se va a pagar. El pagaré bursátil terminó reemplazando todo por su simpleza. No tiene ningún tipo de control: se puede tener un capital de 1 millón de dólares y emitir un pagaré bursátil de USD 100 millones. Mientras se lo atara al dólar link, que era lo que mercado quería, lo compraban igual. Es una forma de fondearse de manera más simple… fabricando plata. First no participó del esquema porque si bien más del 90% de las operaciones están bien hechas, hay un porcentaje menor que van a quedar afuera, en off side. Son media docena de papeles caídos, algunos chicos, otros importantes, que están haciendo ruido en el mercado. A veces ese ruido termina “espantando” al instrumento. Si eso pasa, habrá que volver a las ON y los fideicomisos. Una parte de esos pagarés no tenían garantías y no estaban del todo bien estructurados. Ese contexto va a generar M&A: los que no puedan pagar esos pagarés bursátiles, pero tengan un buen negocio, van a ser comprados.

“No hay que esperar nada del Gobierno. No hay que esperar devaluación, ni bajas de impuestos que les cambien la vida a las empresas. Se tiene que arreglar con lo que hay, ser mejores”

— ¿Cuántas operaciones de M&A podrían darse el año que viene?

— Va a haber muchas transacciones, más de las que veníamos teniendo. Hubo años de menos de media docena. En 2025, serán muchas más, más cerca a 100. Habrá que ver qué pasará con las empresas reestructuradas o que entren en default.

— ¿Hay muchos de esos casos?

— Hay de todo. Molinos Cañuelas, por caso, pudo reestructurar, consiguió las mayorías necesarias para salir del concurso y empezar un nuevo ciclo.

— First fue parte del proceso.

— Sí. Demoró un año, pero se hizo un buen trabajo y se convenció a los acreedores que las propuestas eran razonables. Es una gran compañía que ahora enfrenta un futuro más prometedor. Muchas empresas se van a reestructurar y van a seguir, y otras se venderán. Insisto, el tema de los pagarés bursátiles terminará en muchas reestructuraciones. Hay que seguir el mercado de reestructuraciones que van a derivar en M&A. El sector financiero se va a mover también porque hay algunos bancos que no están funcionando del todo bien.

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